Entrevistas a premiados del Concurso Tenor Viñas

Entrevista a la mezzosoprano Helga Müller-Molinario, que fue ganadora del Primer Gran Premio en 1973.

 

1.     ¿Cómo empezó su pasión por la música? ¿Cuándo supo que se quería dedicar a cantar ópera?

Creo que nada más nacer, llevaba dentro de mi amor por la música. Era un bebé y disfrutaba escuchando música. Mi abuelo era músico y creo que heredé su total dedicación.

En mi escuela, de diez a dieciséis años, las monjas descubrieron que tenía voz y me empujaron a cantar en todas las ceremonias religiosas. A los trece años canté a Bastien und Bastienne de Mozart. Desde entonces supe que el canto y el escenario serían la razón de mi vida.

 

2.     ¿Cómo se decidió a participar en el Concurso Tenor Viñas?

No recuerdo quién me propuso hacerlo. Participé dos veces, una como soprano y la segunda como mezzosoprano. Esta segunda vez, en 1973, obtuve el primer premio.

 

3.     ¿Cómo fue el paso por el certamen?

Recuerdo que me emocioné mucho y quise dar lo mejor de mí tanto vocal como artísticamente.

 

4.     ¿Cuál fue el recuerdo más emotivo en estas dos veces que participó?

Creo que cuando estuve por primera vez en el escenario del maravilloso Gran Teatre del Liceu con todo el mundo escuchándome con gran interés. Pensé que no era cierto, sólo un sueño.

 

5.     ¿Qué le supuso por su carrera obtener el primer premio del Concurso Tenor Viñas?

Sin duda, me dio mucha confianza en mí misma. Y era la mejor tarjeta de presentación posible para futuras audiciones en los teatros de ópera.

 

6.     Usted ha cantado un amplio repertorio de oratorio, lied y ópera. ¿Cree que es importante para un cantante cantar todas estas especialidades musicales?

Por supuesto. Cuanto más conoces y profundizas, mejor la cantas la pieza. Para mi es tan importante un lied corto como una ópera de tres horas. A través de los años aprendes con cuál es la especialidad que más te conviene pero nunca dejas de aprender y desarrollar nuevas posibilidades.

 

7.     Usted fue dirigida por varios de los mejores directores de orquesta de su época. ¿Cuál debe ser la mejor relación artística entre director y solista?

La relación ideal es tener la misma idea de la interpretación musical. Si esto ocurre, no hay que hablar mucho y se producirá música juntos. Pero si no ocurre hay que intentar llegar a un acuerdo (como ocurre en la vida normal). De todas formas, el cantante depende del director de orquesta y del director de escena.

 

8.    ¿Con Herbert von Karajan tiene algún recuerdo especial, puesto que colaboró con él muchas veces?

Con el maestro von Karajan no había que hablar nada. Sus ojos y un ligero movimiento de una de las cejas te mostraban lo que quería.

Con él se hacía música realmente al unísono. Una felicidad imposible de describir, recuerdos inolvidables. Estoy muy agradecida al destino por haber podido trabajar con él.

 

9.     ¿Cuál sería el propósito más importante de un joven cantante que participa en el Concurso Tenor Viñas?

Según yo, tener la posibilidad de enfrentarse al público, al jurado y también a la competencia de los demás cantantes. Con todo esto, aprender qué se tiene que aprender para mejorar. Por supuesto que participas intentando ganar, pero también para que te conozca un jurado importante.

 

10. ¿Qué consejo le daría ahora mismo a un joven que justo comienza en este mundo?

No soy buena con los consejos. He visto en mi vida que hay un destino para cada uno y la única forma es trabajar al 100%. Tu comportamiento es tan importante como tu voz. Intentar la perfección siempre (aunque nunca la conseguirás) y con tu esfuerzo completo se puede conseguir acercarte al compositor y transmitir lo que quiere.

Mis mejores deseos para todos los jóvenes cantantes que inician este difícil pero a la vez hermoso camino. Participar en el Concurso Viñas y estar, quizás, en la Fase Final, ya es un hecho importante.